Maison Trudon, las velas de la corte de Louis XIV

Fundada por Claude Trudon en 1643, la Maison Trudon se convirtió rápidamente en Royal Wax Manufacture como proveedor de la corte de Louis XIV, así como de las catedrales e iglesias de toda Francia.

En la corte, la luz de las velas de Trudon bailaban en las paredes de Versalles, encendían los pasillos franceses y eran apreciadas desde Luis XIV hasta Napoleón, en todas las iglesias principales del país. Un legado que hoy es compartido y renovado por la marca con mucho orgullo.

Desde el siglo XVII, los fabricantes de velas Trudon han mantenido un secreto a lo largo de los siglos. Gracias a sus propiedades naturales e inocuas, la cera obtiene una calidad remarcable y una alta tolerancia a la difusión del perfume. Además, las velas Trudon son libres de parafina y de subproductos derivados de la petroquímica, fabricadas a partir de cera vegetal pura de altísima calidad y con mechas de algodón de primera calidad.

El vidrio de sus envases se mantiene limpio de marcas de combustión. Y cada uno de ellos ha sido soplado uno a uno por artesanos de Vinci, Italia.

Como la casa de velas más antigua del mundo, Trudon sigue siendo conocida por su calidad inigualable y su elegante diseño digno de las Casas Reales.

Una elaboración artesanal y de alta calidad

Elaboradas mano a mano con perfumistas de talla mundial, las fragancias de Trudon son el resultado de un cuidado proceso que se lleva a cabo en su fábrica de Normandía (Francia).

Cada fragancia es una obra de arte olfativa, creada con una complejidad que sugiere carácter y profundidad. Inspirados en eventos significativos, como el encanto del Oriente, la efervescencia de la revolución cubana o el esplendor de Versailles.

Además de contar con un diseño elegante inconfundible, las velas son respetuosas con el medio ambiente y biodegradables. 

Cómo las velas Trudon llegaron a ser veganas

Con fuertes raíces en el territorio francés, la participación de la Maison Trudon en un proyecto destinado a proteger las especies locales en peligro de extinción cobra sentido. En 2018, la empresa se comprometió económicamente con el Parque Natural en una medida para preservar la biodiversidad de la región. Todas las velas Trudon dejaron de fabricarse con cera de abeja al ser inviable la producción de estos animales para alcanzar los estándares de calidad necesarios. La Abeja Negra de Orne es una pieza clave en la cadena de la biodiversidad de la región y se encontraba amenazada por la agricultura intensiva y la prácticas apícolas industriales.